Las imponentes estampas de Tiger Woods, el mejor golfista de todos los tiempos y el peor marido fiel posible, y de Rory Mc Ilroy, la promesa europea que viene de Irlanda, llenan la carátula del simulador anual de golf de EA, un clásico popular por el realismo alcanzado. Y de eso se trata: de jugar, sin palos, eso sí, de la manera más realista posible al imposible pero adictivo deporte de la bolita. Y esta es la franquicia, el número 1 de la categoría, con tal nivel que ni competencia le queda ya desde su nacimiento en los primeros 90.
El juego destila calidad desde el menú de inicio para satisfacer las expectativas de los millones de seguidores del golf y no necesariamente practicantes. Porque es la virtud de la franquicia, enganchar en las veleidades competitivas también a los que ni han cogido un hierro 7 entre sus manos para tratar de alcanzar los 100 metros requeridos. Gracias al Photo game face es posible que juegue tú mismo con las grandes de la especialidad. La grandeza del juego quedo plasmada en las múltiples opciones de juego, que sorprenderán a los neófitos y colmarán las aspiraciones de los iniciados. Y tanto para un jugador, multijugador, online y offline. De todo, hasta cosas raras, como Bingo Bango Bongo, bloodsome o battle golf. Excesivo incluso.
Tiger Woods PGA Tour 11 – El simulador de EA vuelve a alcanzar el sobresaliente
Hay una alguna novedad que confirma lo abrumador del despliegue de Electronic Arts: la mecánica Shot Focus, que nos permite emular la concentración en el golpeo y mejora nuestros lanzamientos. También la perspectiva True-Aim nos posibilita fijar un objetivo real para parecerse un poco más a un profesional del circuito de la PGA. Las posibilidades online, siempre atractivas por la cantidad de seguidores que pueblan los servidores de EA del juego.