The Saboteur es la obra póstuma de Pandemic, uno de los grandes estudios de desarrollo que, tras una etapa esplendorosa (Star Wars: Battlefront, Mercenaries, Destroy All Humans!), ha visto como sus últimos trabajos se han saldado con sonoros fracasos.
El intento de redimirse con un juego al estilo GTA ambientado la Segunda Guerra Mundial se ha quedado a mitad de camino debido a un control con demasiadas deficiencias y a una inteligencia artificial que sólo es eso… artificial. Una excelente idea que ha sido dinamitada por los pequeños detalles.
El usuario desempeña el papel de Sean Devlin un irlandés reclutado por el servicio secreto inglés y que está infiltrado en la Resistencia francesa. La historia se basa en un personaje real, William Grover-Williams, que fue una pesadilla para los nazis entre 1942-1945, año en el que fue detenido y fusilado. El objetivo es minar la moral de los alemanes que ocupan París a través de todo tipo de misiones: demolición de instalaciones, sabotaje de vehículos, colocación de bombas, eliminación de personajes… Con una excelente ambientación, en la que destaca tanto la recreación de la ciudad y sus alrededores como la fidelidad de uniformes y armas, el juego muestra su mejor cara con un apartado gráfico que emplea con gran acierto la paleta de color. En función de cómo va la partida los escenarios irán pasando de tonalidades más oscuras y grises a más vivas y repletas de matices.
The Saboteur – GTA en París y con Nazis, ¿Que más quieres?
Además de la línea argumental principal, el jugador podrá ejecutar numerosas misiones secundarias en las que recorrerá las calles de París en todo tipo de vehículos: utilitarios, camiones, jeeps, deportivos… Infiltración, disparos, conducción, lucha y plataformas se mezclan en cada una de las empresas, si bien el impreciso control que presentan algunas de estas acciones empobrecen la buena impresión general del juego.
Aunque el juego no está ni mucho menos a la altura del citado GTA IV o del Assassin’s Creed 2, con el que también comparte muchas similitudes, la bajada de precio que ha hecho EA (19,95 euros) lo convierte en un objetivo más que apetecible.