Si hay un juego que dejó bien alto el pabellón y su recuerdo aún perdura, ése fue Batman Arkham Asylum a finales de 2009, toda una exhibición artística, también incluso en 3D, al servicio de la jugabilidad. Pues ahora todo vuelve a avanzar con la segunda parte, Batman Arkham City, con todo más grande y más mejor, que se dice. Es, pues, una evolución, no una segunda parte porque sí, algo muy común. Y de esta forma es como nos gana para la causa del caballero oscuro, siempre tan seductora y, en realidad, vigente. Mecenas así del bien harían falta más, que hay mucho ladrón sobre todo con corbata.
Batman Arkham City la segunda parte de una obra maestra
Estamos en un distrito de Gotham City y los problemas se acumulan. El alcalde lo ha convertido en prisión, al resultar pequeño el mítico psiquiátrico de Arkham Asylum. Es pronto, por tanto, cuando comenzamos a ser conscientes de la grandiosidad de los nuevos escenarios de la acción, con un Batman siempre capaz por una jugabilidad amigable y que exige, por otra parte, lo mejor de nuestro catálogo de habilidades como jugadores. Además, se amplía el abanico de villanos y no sólo del Joker vive esta secuela. Todo es, pues, perfectamente reconocible en una obra magistral del entretenimiento, donde el fácil recurso de la sangre se cambia por la amplitud de Gotham City y todo lo que esconde entre sus recovecos. Las misiones secundarias le dan al título el empaque suficiente como para que roce la gloria eterna del 10. Porque este juego dignifica el género de los súper héroes. Tal cual.