The Last Remnant

The Last RemnantCuando hace un tiempo Square-Enix anunció que se iba a centrar en hacer remakes de juegos ya existentes, las posibilidades de jugar a algo realmente novedoso de la poderosa compañía nipona estaban a ras de suelo. Pero ahora se nos muestra lo equivocados que estábamos, pues llega The Last Remnant, un juego que aspira a llenar el vacío que todavía dejan las venideras entregas del buque insignia, Final Fantasy.

En el juego asumiremos el control de Rush Sykes, un joven que asiste al secuestro de su hermana Irina y comienza una búsqueda desesperada. En medio de esta aventura, por accidente, nos introduciremos en pleno campo de batalla donde seremos salvados por los pelos por el ejército del reino de Athlum, y descubriremos que lo que parecía un simple secuestro forma parte de un conflicto mucho mayor en el que están envueltas altas esferas políticas.

Todo gira alrededor de unos artefactos mágicos llamados «reliquias» (remnants en inglés), estos objetos son el centro de grandes investigaciones realizadas por los científicos de la Academia, donde trabajan precisamente los padres de Rush e Irina.

The Last Remnant, dirigido por Hiroshi Takai, una leyenda de los videjuegos japonenses

La existencia de grupos anti-reliquias, que ven la magia como si del demonio se tratara, no hace el conflicto más fácil. Todo se magnifica cuando aparece en escena el Invasor, un hombre aparentemente capaz de controlar cualquier reliquia por poderosa que sea. La historia se vuelve épica, y si bien Rush no es el héroe más carismático visto en un RPG, si tiene un buen puñado de secundarios que le acompañan, como el marqués de Athlum David o una de sus soldados Emma, que dan empaque al grupo.

The Last Remnant sistema de combate

Descubrir todos los secretos del juego os puede llevar más de 60 horas ( divididas en dos DVD’s) y realmente vais a pasarlo bien; Square-Enix ha puesto a nuestra disposición un mundo fantástico en el que resulta una delicia aventurarse. Cada ciudad que visitéis será diferente a la anterior, pero coherente con el estilo general. Y, además de ciudades, visitaremos desiertos, cuevas de lava y demás parajes que tiene que haber en todo juego de rol que se precie. Y por aquí llegamos a uno de los pocos puntos negros del título; los problemas de frame-rate (o ralentizaciones de la muerte).

Suelen producirse en las batallas, donde notaremos estos bajones de frames cuando haya bastantes personajes en pantalla cortándonos el ritmo. Hemos observado que instalando el juego en el disco duro (opción que permite la nueva interfaz de vuestras Xbox 360) se alivia este defecto, así como los tiempos de carga, muy numerosos, y molestos sobre todo cuando nos movemos entre secciones de las ciudades. El juego corre bajo elUnreal Engine 3, y no sabemos si es que no es el motor adecuado para un RPG o es que los programadores de Square-Enix no están acostumbrados a trabajar con él…

The Last Remnant final

Pero esto es sólo la cáscara; el juego innova en varios aspectos, como por ejemplo, con unexcelente sistema de combate. En Last Remnant no encontramos un juego de turnos al uso, ahora en vez de controlar a los personajes individualmente controlaremos unidades, grupos formados por líderes y soldados que nosotros mismos contrataremos en los gremios que hay repartidos por las ciudades; así iremos encontrando aliados cada vez más poderosos, amén de los que nos acompañen siguiendo el argumento de la historia principal.

Iremos formando grupos de hasta un máximo de 5 miembros, pudiendo organizar estas unidades del modo que más nos convenga, mezclando sanadores, luchadores, expertos en técnicas… como se os ocurra. Dispondremos de varias formaciones, y colocaremos a nuestros personajes como fichas de ajedrez, pensando en quien vamos a exponer más a ataques enemigos y a quien vamos a proteger en la retaguardia.

The Last Remnant personajesEn combate podremos introducir las órdenes a cada unidad: si queremos que ataquen usando su arma, sus artes mágicas, técnicas de combate o curar a la unidad que lo necesite, incluso, llegado cierto punto del combate, realizar un ataque especial que reduzca drásticamente la vida del oponente; pero no podremos introducir las órdenes individualmente a cada miembro, tendremos que confiar en su buen juicio. La resistencia de cada unidad se medirá por la suma de todos sus puntos de vida, y moriremos cuando el líder sea derrotado.

Al principio del juego puede costar acostumbrarse, pero cuando se empieza a trastear con todas las opciones, las batallas empiezan a ser muy divertidas, y hay que trabajárselas muy bien.

Otro de los aspectos con los que rompe The Last Remnant es la subida de nivel. Se ha eliminado el sistema de experiencia, ahora, dependiendo de qué técnicas usemos o de como de bien lo hagamos en combate, veremos mejoras en atributos como la fuerza, resistencia, los puntos de vida o seremos recompensados con nuevas técnicas. Y al final de cada batalla se nos devolverá toda la vida, eliminando la urgencia de sanar a nuestro grupo por acabar en números rojos los combates.

Los turnos individuales en batallas como esas pueden durar bastante, haciendo los combates largos, pero no tediosos, puesto que el juego incorpora un sistema de «eventos de acción rápida» en el que podremos apretar un botón que aparecerá en pantalla fugazmente para amplificar el daño de nuestros ataques o posicionarnos mejor de cara al siguiente turno, es una forma de mantenernos siempre alerta durante los combates.

Otro punto a favor es la posibilidad de guardar la partida en prácticamente cualquier punto del mapa (incluidas las mazmorras), evitando repetir grandes tramos de juego si caemos; aunque habrá partes del juego en las que lucharemos varias veces seguidas sin poder guardar entre medias, algún riesgo tenía que haber.

Esto puede ser un problema durante alguna que otra sidequest, pudiendo perder hasta una hora si una lucha no se nos da bien.

The Last Remnant completoFuera del combate contaremos con la ayuda de un ser que excavará puntos de extracción en las mazmorras para sacar materiales que, sumado a lo que nos dejen los monstruos al morir, nos servirá para mejorar las armas y armaduras de Rush; para el resto de personajes bastará con darles ciertos materiales que nos pidan tras las luchas y lo harán ellos mismos.

El apartado sonoro podemos asegurar que es sobresaliente, con una banda sonora de las mejores del género, cada ciudad tiene su propio tema y la música en las batallas no se hace aburrida aunque luchemos cientos de veces. En cuanto al doblaje, nos llega la versión en inglés, pero eso sí, perfectamente subtitulada en castellano.

Terminaremos diciendo que si bien The Last Remnant tiene algunas dificultades técnicas a la hora de mover las batallas (solventable hasta cierto punto si, como ya hemos dicho, instalamos el juego en el disco duro), la historia absorbe y el reparto tiene algunos personajes memorables. Square-Enix ha demostrado que puede alejarse del universo Final Fantasy sin miedo y seguir creando joyas como «The last Remnant». Si os van los RPG’s, compradlo, no os arrepentiréis.