La esperada ‘adultización’ de soportes como Kinect, tan o más casual que la Wii, alcanza poco a poco el objetivo de llegar al jugador más experimentado, el que suele también amar el género del horror en un juego.
Rise of Nightmares responde a esa expectativa, la de poner la piel de gallina aunque sea un poco, y con una intensidad que solo el poder jugar simplemente con las manos puede ofrecer. Porque, aprovechando el sensor de Microsoft, se trata de guardar la distancia adecuada en el salón y conectar los golpes precisos para acabar con la legión de zombis que suspiran por nuestros higadillos.
Rise of Nightmares – Matar zombis a manotazos con Kinect
La casquería y los litros de sangre adornan la masacre sin sentido que es en realidad este Rise of Nightmares. Pero como los enemigos son zombis, aquí paz y después gloria, que el todo vale está a la orden del día. Que no es genocidio, sino una prolongación de dinastías tipo Saw o The House of the Dead, con el mismo equipo de desarrollo. En exclusiva para Kinect, un valor añadido, eso sí, al sensor de Microsoft que tanto prometía.