Una suerte de Enemigo a las Puertas pero no en Stalingrado sino en Berlín, la fenomenal película de Jean-Jacques Annaud y protagonizada por Jude Law y Ed Harris, llega a las consolas de sobremesa con Sniper Elite V2, ya conocido previamente en versión para ordenador y que resulta ser lo que se espera: un shooter en primera persona para no fallar un tiro. Todo tiene que ver, como en la reciente e igualmente interesante película Shooter de Mark Wahlberg. El viento, la distancia, la respiración, el pulso, el apoyo… Todos los factores que permiten alcanzar un blanco o errar, como aquél francotirador del campanario en Salvar al Soldado Ryan, la delgada línea roja entre el acierto y el fracaso.
Sniper Elite V2 – A un francotirador no le debe temblar el pulso en Berlín
Rebellion entrega una versión correcta para PS3 y Xbox, continuación del Sniper Elite anterior que ya gustó y que recuerda también al Sniper Ghost Warrior, sólo que este se localizaba en una selva bananera y había que acabar con el dictadorzuelo local, amén que era una desarrolladora polaca la encargada del juego que combinaba sigilo con puntería. Ahora, la apasionante Segunda Guerra Mundial vuelve a las consolas (ya no hay tantos juegos nuevos sobre este conflicto global, se da a veces por trillado en las adaptaciones de videojuegos cuando aún hay, por supuesto, territorios y modos que evocar) en forma de infiltrado tirador americano en un Berlín en llamas con nazis y rusos. El objetivo, acabar con los V2, los temibles misiles alemanes (siempre hay y habrá mucha leyenda sobre la tecnología militar germana), a base de prismáticos previos, disparos certeros y el uso a discreción del efecto de cubrirse cuando el tiroteo se expande. El modo historia, aunque no tan completo como debería, trata de salvar un título que no alcanza al notable porque se queda un poco a esto de todo finalmente.