Rage

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Es lo que tiene saber qué se tiene entre manos. Porque si en el curriculum de id Software se encuentran clásicos eternos del género FPS como Wolfenstein, Doom y Quake (sólo recordarlos ya pone la piel de gallina de pura emoción por las horas invertidas en el PC para pasárselos en la bendita prehistoria de los videojuegos) era prácticamente imposible abandonar la senda del éxito con su nuevo título, y cuatro años esperado (como un Mundial de fútbol), denominado Rage. La fórmula, claro está, se basa exactamente en ensalada de tiros + ‘p’alante’ y ‘look’ Borderlands, aunque la excelencia se encuentra en que en Rage la rodea de todo tipo de elementos secundarios que engrandecen el producto: misiones, exploración de este mundo apocalíptico de mutantes y criaturas…

Rage – Ensalada de tiros + ‘p’alante’ y ‘look’ Borderlands

Así que Rage engancha desde el principio, con una intro recordatoria de lo sucedido: un meteorito en el año 2029 ha acabado con el mundo tal y como lo conocíamos. Ahora impera el caos más absoluto ahí fuera, tipo el siempre recurrente Mad Max. Y comienza la exploración. De poblado en poblado, y con una lograda ambientación aunque sin el detalle cromático característico de la aclamada en 2009 Borderlands, avanzaremos utilizando armas y