El título del espectáculo del año pasado de Faemino y Cansado, «Parecido no es lo mismo», sirve para ilustrar perfectamente la sensación de déjà vu que transmite la nueva entrega de Killzone. Partiendo de las mismas bases, se ha construido uno de los mejores títulos de acción de la PS3, porque hay que dejar bien claro que ésta es la franquicia estrella de Sony y, por lo tanto, no se podrá disfrutar en ninguna otra plataforma.
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La historia continúa justo en el punto donde acabó el segundo capítulo, con los Helghast derrotados e inmersos en una lucha fratricida por el poder. También hay disensiones en el bando de los ISA (los buenos) y de nuevo Tom Shevchenko, habrá de medirse a la amenaza totalitarista. Guerrilla, el estudio holandés, encargado de su desarrollo ha tomado buena nota de las mejores cualidades de otros grandes del género (léase Call of Duty o Gears of War) y no ha dudado en incorporar a su criatura ideas y escenarios que recuerdan, sin ningún pudor, a los de la competencia. En este caso, como la mejora es notable, no se trata de un plagio sino de una ‘evolución’. También han pulido los pocos defectos que presentaba la anterior versión, como el sistema de coberturas que convertía al usuario en una auténtica diana.
Killzone 3 – Parecido no es lo mismo
Si el segundo capítulo de Killzone mostraba un apartado gráfico impactante, este tercero lo supera con creces, la inclusión de variedad de ambientes (nieve, espacio…) frente a las grises ruinas anteriores ofrece a los diseñadores una oportunidad para el lucimiento que han aprovechado de manera brillante. También se han incorporado nuevas armas, así como la opción de un jet-pack que abre diversas posibilidades estratégicas. Se ha mejorado la física de los objetos y muchos de ellos pueden ser destruidos, con lo que esconderse tras un parapeto ya no es tan buena idea. La IA de los enemigos se muestra bastante competente con un sistema de combate que intenta explotar las debilidades del usuario y que pone en algunas situaciones en un verdadero apuro al jugador.
El modo historia se puede completar sin excesivos problemas en unas ocho horas pero la inclusión de un excelente cooperativo a pantalla partida y los otros tres modos multiplayer alargan considerablemente la vida útil del juego. Ninguno de ellos es excesivamente original pero cumplen con creces con las exigencias de los usuarios online.
En su debe hay que anotar la excesiva presencia de escenas cinemáticas que, más que conducir la trama, ocultan los numerosos tiempos de carga del juego.
Killzone es el primer shooter que aprovecha las capacidades del PlayStation Move y el resultado, aunque no llega al nivel de precisión del mando normal, es bastante satisfactorio. Además, el empleo del SharpShooter -una especie de rifle de asalto al que se conecta el PS Move, proporciona un nivel de inmersión en los tiroteos como no se había conseguido hasta ahora con este tipo de accesorios. También se ha incorporado, para los privilegiados que tengan un televisor 3D, la opción de disfrutar Killzone en tres dimensiones.