Grandes juegos del anime: Saint Seiya – Saikyou No Senshitachi

Aunque Saint Seiya ha tenido muy buenos juegos en las anteriores generación, uno que muchos fans recordarán con mucho cariño es sin lugar a dudas es Saint Seiya – Saikyou No Senshitachi, o como otros muchos lo conocen: Saint Seiya Paradise.

Adentrándose en el mundo de Saint Seiya

La historia, que la viviremos con personajes chibis, comienza justo después del Torneo Intergaláctico, persiguiendo a Ikki al monte Fuji para recuperar la armadura de oro de Sagitario que ha robado.

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Tras esto, iremos avanzando poco a poco por las partes principales del manga original de Masami Kurumada: la batalla contra los caballeros de plata, la saga del Santuario y finalmente el templo submarino de Poseidón. Desgraciadamente, la saga de Hades no se encuentra en el juego, sino ya habría sido el videojuego perfecto.

Un manga famoso en al más puro estilo RPG

El sistema de juego era muy sencillo: como uno de los personajes, que podían alternarse, nos movíamos por la ciudad, el monte Fuji, el Santuario… con el objetivo de ir avanzando.medium_1_screenshot

Cada cierto tiempo nos aparecían enemigos, los cuales estaban inspirados en villanos de la serie como son Gaist, Soldados o Caballeros negros… y en otros casos eran batallas inevitables como son la que hay que librar contra Docrates, los santos de oro o las marinas de Poseidón.

El juego utiliza el clásico sistema de batalla por turnos, en la que en cada turno podremos atacar con un personaje, decidiendo si queremos que simplemente lance un ataque sencillo o usa una de sus técnicas especiales, lo cual gastará cosmos.

imagesSolo podremos usar a los cinco protagonistas, salvo en alguna parte donde Ikki es controlado por la máquina si lo convocamos, y al irlos subiendo de nivel aprenderán ataques más poderosos y los básicos se harán más potentes. Así, Seiya comenzará solo con los meteoros de Pegaso, pudiendo aprender luego el Cometa de Pegaso, Shiryu el dragón naciente, Hyoga la Ejecución de la Aurora

Otra curiosidad que presentaba el juego era que al llegar a cierto nivel las armaduras cambiaban a la saga de Poseidón, y si subíamos aún más nivel, Seiya, Hyoga y Shiryu vestían las correspondientes armaduras de oro, algo necesario para ganar la batalla final.

El sistema de cartas

En lugar de los clásicos objetos, en el juego disponíamos una serie de cartas que nos permitían subir el ataque, la defensa, recuperar vida, el cosmos… pero otras ayudaban a convocar aliados como Ikki para que nos prestarán su ayuda en la batalla, aunque luego no fuera manejable.

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Otras cartas, aunque no era necesario usarlas, ayudaban a que las batallas fueran más sencillas, como por ejemplo si Shun se enfrentaba a la armadura de Géminis, una determinada carta ayudaba a vencerlo de un golpe y otras se tienen que usar obligatoriamente porque permiten avanzar por los escenarios.

Aprender cómo y cuando usarlas era algo que no costaba mucho.

Pasó a la historia

Desgraciadamente, el juego nunca salió de Japón y la única forma de jugarlo era con una Game Boy Japonesa, aunque a día de hoy conseguir una Room en español es bastante sencillo. Es sin lugar a dudas un juego que todo fan de Saint Seiya tiene que jugar al menos una vez en su vida.

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Lo mejor: La amplia variedad de enemigos de la serie a la que uno se podía enfrentar y que la historia estaba narrada tal cual el manga.
Lo peor: La aparición de enemigos a veces parece excesiva y la distancia a recorrer entre templos es demasiado corta, así como hubiera estado bien incluir la saga de Asgard.

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