Gran juego este Crackdown 2, que sigue la moda impuesta por la industria de seguir proyectando violencia para mayores de edad. Es como si un juego no fuera maduro si no alcanza la calificación para adultos. La propia carátula ya te da una idea: destroza la ciudad, destroza la ciudad con tus amigos, destroza a tus amigos. Y está bien logrado, porque destrozas todo lo que pillas en la continuación de la saga en Pacific City (pacífica, ja). El objetivo: Justicia, cueste lo que cueste.
Poco ha cambiado desde 2007. Somos un súper policía del escuadrón de pacificadores y nuestros enemigos son la sempiterna plaga de mutantes. Tras la cuidada intro, el menú nos sorprende con los niveles de dificultad, frágil, duro, despiadado, psicópata y sádico. Esto ya nos habla del poder de destrucción que podremos atesorar. Sin el peso de un guión consistente, y tras tunear mínimamente a nuestro protagonista, iremos avanzando en una orgía de acción en tercera persona donde no hay un segundo de descanso.
Crackdown 2 El objetivo: Justicia, cueste lo que cueste
Tiene, pues, su encanto la jugabilidad que ofrece, obviando reiteración con lo visto en la primera parte e historia inconsistente. Pilotaje, explosiones y disparos contra la masa rival, con el necesario autoapuntado para no fallar más de la cuenta y no enloquecer con la cuota de objetivos errados. Diversión, a fin de cuentas, y sencillez a los mandos, que también se agradece pues algunos juegos del momento parecen ideados para aspirantes a pilotar la última nave en dirección al espacio.