Aliens: Infestation

Aliens InfestationSi hay un bicho que alcanzó el estrellato hollywodiense ese es el xenomorfo de Alien, el octavo pasajero, peliculón de Ridley Scott, como casi todas con la firma del autor de Los Duelistas.

El mundo de los videojuegos siempre ha disfrutado de distintas versiones del clásico alienígena, llegando al paroxismo en el cruce con los Predators. Ahora llega a la DS esta versión que ofrece la acción a raudales que permite el formato de scroll lateral, tipo de esos en los que te chocas con las paredes o no encuentras escapatoria.

Aliens: Infestation – El mito perdura, como la consola de Nintendo

Como en los viejos tiempos del Metroid en la Game Boy, la acción se pone al servicio del scroll lateral y su particular forma de jugar, entre prehistórica en épocas donde se fomenta el 3D y sugerente por todo el componente vintage que le acompaña a un modo ya pasado pero válido para echar horas de entretenimiento.

Sin dilación, el juego recupera el concepto bélico y los marines espaciales que tanto gustaron en Aliens, el regreso, la segunda parte, y ya tenemos a disposición a Cameron, Whistler, Johnston y Paulson listos para asaltar la nave USS Sulaco para identificar formas de vida. Elegimos a Cameron, aunque se podrá ir cambiando de marine, para adentrarnos en el universo Alien, con las cadenas tan características colgadas del techo incluidas.

Los inconvenientes, que alguno hay, se basan principalmente en los interminables cuadros de diálogos, algunos intrascendentes, otros necesarias pistas con las instrucciones del coronel que dirige la misión desde el exterior, y en que dominar el inglés es necesario pues el juego llega sin traducción al español. Tampoco pasa nada. Se practica, que nunca viene mal. Como sobrevivir a los xenomorfos también es cuestión de habilidad espacio-tiempo al mando de la DS.