Singularity

SingularityUna de las revelaciones del año, aunque haya aparecido casi clandestinamente, como por la puerta de atrás, sin hacer apenas ruido en comparación con otros títulos, las denominadas apuestas de temporada. Pues Singularity no lo será ni ha llegado acompañado de fuego de artificio, pero la realidad es que se trata de un juego notable, donde la historia ya nos habla de talento: diversas épocas, entre finales de los 40 y la actualidad, para un mismo escenario de fondo, una ultra secreta isla militar de los malísimos por excelencia, los soviéticos, ahora zombis.

Todo gira en torno al DMT, nuestra arma adosada al brazo izquierdo, con la que jugar con el espacio tiempo, y con el E99, una nueva fuente de energía descubierta por la Unión Soviética stalinista. Katorga-12 es la isla y para allá que vamos a investigar. La que nos espera…

Singularity – Zombis, isla ultra secreta, Stalin, Lenin y saltos en el tiempo: brillante

Porque es un juego que te enerva y pone en tensión, gracias a una ambientación de pueblo desierto con tormenta, gracias a que sabes que están ahí, pero no los ves, gracias a que vienen por ti. Sólo pierde transcendencia la producción porque son zombies de lookmarciano los enemigos. Si no, el título sería de mayor altura. Aún así, es un FPS que no es otro de tantos. Tiene algo especial, la mezcla friki de zombis, figuras de Lenin y Stalin por doquier y saltos en el tiempo. Una pasada inesperada, un must. Como el miedo que se pasa cuando oyes voces de niños y cae la pelotita por las escaleras…