SBK 10

SBK 10En motos hay varias divisiones y, por espectacularidad, las Superbikes deberían llegar desde atrás para tratar de adelantar a las MotoGP, reinas del deporte de mitos en nuestro país como Ángel Nieto, Alex Crivillé o Jorge Lorenzo. Falta, evidentemente, un piloto mediático español ganador para que les prestemos más interés a las SBK, pues ni la reciente presencia de Fonsi Nieto ha sido suficiente. Pero otra cosa es jugar. Y ahí no está nada mal la propuesta de Milestone.

De primeras, tres opciones: arcade, simulación y Xbox Live. Y, dentro de las dos primeras, carrera rápida, modo historia o vida profesional (siempre esencial para sacarle el mayor rendimiento posible a un juego deportivo y de ocho temporadas en este caso a partir de un piloto junior), campeonato rápido o fin de semana de carreras, contrarreloj y opciones.

Los menús, sencillos y directos, esconden un regalo: en selección de clase también existen las categorías Supersport (WSS) y Superstock (STK), novedad de la versión 2010. Pero elegimos Superbikes, el equipo BMW Motorred de Rubén Xaus y Troy Corser. Ya estamos en carrera y la prueba del algodón está a punto. Si ganamos a la primera, juego aburrido. No pasa. Pese a la ayuda de trazada, bien indicada en colores sin confusión posible (verde, amarillo y el temible rojo), el octavo puesto final nos presenta la realidad: hay que trabajar mejor las trazadas para suplir la falta de velocidad punta en recta con la BMW. Es decir, sensaciones de competición a la primera.

SBK 10 -Carreras de motos sin complicaciones en el modo arcade

SBK destaca por la sencillez de sus pautas jugables y, a su vez, por la dificultad para ser el número uno con poco esfuerzo. Conviene hasta estudiarse los circuitos, ir conociendo la capacidad de los rivales y perderle el miedo a los golpes de joystick para tumbar la moto. Y vamos mejorando. Sexto, tercero… Es cuestión de tiempo y ganas cogerle el punto a la montura y cabalgar como un campeón. En el modo arcade no hay más que gas, freno, trazada y concentración para llegar pronto al cajón, también en WSS o STK.

Probando la simulación, y con el más rápido, Max Biaggi (Aprilia), se comprueba la dureza del pilotaje, lo fácil que es morder el polvo en cuanto trazamos mal. Entra en juego, entonces, la calidad gráfica de la física de las caídas y su simbiosis con el asfalto o arena. Notable es el resultado. Aquí no hay asistencia alguna. Es el jugador/piloto contra la dificultad de conducir una Superbike que se pondrá a 300 km/h en recta. Es el juego puro, el complicado, todo un reto para echarle horas y horas al SBK 2010 para encontrar la felicidad: pilotar para ganar.