El género de las óperas espaciales, eterno desde Odisea 2001 del Espacio, obra maestra del incomprable Stanley Kubrick, también tiene su destacado hueco en los videojuegos y aquí uno de los líderes de la cuestión es Mass Effect, cada vez más hecha, cada vez más redonda, siempre rozando la perfección como sucede con Gears of War o Halo. Títulos esenciales de la era moderna ‘gamer’. La nueva exhibición Mass Effect 3, ya instalada con naturalidad también en la PS3, nos entrega para el disfrute de los sentidos un final memorable que la trilogía merecía porque no ha hecho más que crecer en madurez durante estos años. Así que las aventuras del héroe Shepard se llegan hasta la tierra para intentar salvar la galaxia. Toda gran historia tiene un reto titánico por delante y la acción, que en este título hay mucha acción, no ha hecho sino comenzar…
Mass Effect 3 – Reconforta que las obras maestras sigan existiendo
Si la calidad gráfica de la saga de Bioware es uno de los factores que lo elevan a obra maestra visual (ahora motor Unreal Engine 3, un Ferrari), la jugabilidad y la narración acompañan de manera igualmente sistemática a la brillantez global de un título esencial. Es así cómo en cuanto arrancamos el Blue Ray ya nos sentimos ante algo grandioso, diferente, eterno, las aventuras de otro comandante, éste Shepard, ex marine de la Alianza, uno de los nombres más propios de las consolas de sobremesa netx-gen. Rico y variado en el elenco de personajes, esta especie de continuación de La Guerra de las Galaxias por otros medios nos presenta a nuevos actores para interactuar con Shepard y su polivalencia en su permanente lucha contra los segadores, los representantes del mal puro y duro. Así que miles de entidades robóticas destructivas son la amenaza final de la tierra, tantas veces puesta en peligro en los guiones pergeñados por la creativa mente humana, en catarsis permanente para sobrevivir o para estar listos para cuándo, por desgracia, llegue a ser real. Y si entonces necesitaremos héroes auténticos, ahora nuestro trabajo lo hará Shepard en su nave Normandy pero con la pericia de nuestro ducho control del mando. Y como Shepard somos todos, la diversión, la tenacidad para progresar hasta el 60, nos harán dejarnos horas de espectáculo casi boquiabiertos. Es Masss Effect 3 una obra maestra que ofrece tres modos de juego, para no terminar de exprimier opciones. El habitual modo Rol, el Acción para no ir directos al grano y el Historia para profundizar sin la dificultad de ganar los duelos. Para todos los gustos, pues, para experimentar todos ellos y acabar con la sensación de que con la mejora del sistema de lucha y de las clases, todo es más completo. Ya está aquí, en definitiva, unos de los ‘must’ de 2012. Y en el primer trimestre.