Los mejores (y peores) videojuegos de Dragon Ball

Dragon ball z logoLa relación de Dragon Ball con las artes marciales desde las primeras páginas de la obra lo ha llevado a protagonizar innumerables juegos de lucha. En ese campo, tras pasar una generación en Xbox 360 y PlayStation 3 discutible, no hay que irse muy lejos para conocer un pasado glorioso protagonizado por super saiyajins, androides y amenazas ancestrales.

16 bits de pura batalla

Uno de los capítulos más memorables de la serie, y que generó un furor en todo el país fue el estreno de lucha en Super Nintendo con la inimitable trilogía de Dragon Ball Z: Super Butoden. Lograron ser distribuidos en Francia, y el juego llegó a nuestras fronteras de forma extra-oficial. Los cartuchos rozaban precios cercanos a las 20.000 pesetas y congregaban a chavales de todas las edades en los escaparates de las tiendas que lo exhibían. En el primero se daban cita prácticamente todos los involucrados en la saga de Namek y Androides. Protagonizaron uno de los productos más recordados y célebres por los seguidores del Cerebro de la Bestia en España. Las voces, la música compuesta por Kenji Yamamoto, el mismo músico de la serie, y los héroes y villanos escogidos lo convirtieron en una pieza ansiada por cualquier aquejado por la fiebre que asumió al país a principios de los noventa por culpa de Akira Toriyama.

Butoden 2
La versión japonesa también circuló por todo el país. Necesitaba un adaptador para funcionar en las máquinas PAL

Su secuela fue más popular si cabe. Super Butoden 2 contaba el final de las andanzas de Cell y se añadían a dos de los villanos más inspirados que se han visto en películas basadas en las aventuras de Goku y compañía: Bojack y Broly. Mejoró en todo al primer episodio y aportó algunas mecánicas nuevas. Entre ellas, el choque de kame hames, que todavía es mítico y recordado entre los jugadores de la época. Las mecánicas jugables mejoraron en mucho al producto anterior.

La tercera y última entrega de Super Butoden se quedó al principio de la saga de Bu, y dejó una selección de luchadores pobre y poco inspirada, en la que lo único interesante era ver a Vegeta luchando bajo el influjo de Babidí. Tampoco estuvo a la altura el juego en sí, aumentando la velocidad pero sin ser tan compensado y jugable como la segunda parte.

Mega Drive no se quedó sin su ración de Dragon Ball: Buyu Retsuden era un muy digno sustituto de los Butoden. Además, aportó la posibilidad de jugar con Krilin, algo que no se había hecho hasta entonces en un título de pelea. Super Nintendo despediría las batallas de Toriyama con Hyper Dimension, un juego de culto amado y odiado por partes iguales. Se alejó de los estándares marcados por Bandai en su trilogía más famosa para adentrarse en la lucha más tradicional. Las animaciones y el acierto a la hora de transportar los protagonistas al cartucho de Super Nintendo es encomiable. Entre los escogidos, Vegetto, la fusión potala de los protagonistas.

La inesperada (y decepcionante) generación de PlayStation y Sega Saturn

La intro de Final Bout, cantada por Hironobu Kageyama, sigue siendo mágica. No está a la altura del juego

Entonces llegó la generación de 32 bits. Se avecinaba emocionante para todos los que esperaban nuevas batallas entre saiyans y familia. El primero en llegar a España era Dragon Ball Z Legends de Sega Saturn. Existió una versión algo denostada en PlayStation que no llegó a salir en territorio patrio. Presentaba batallas multitudinarias entre varios personajes en los que la acción del jugador era, prácticamente, la de un espectador de la serie.

Las consolas de Sony y Sega contarían con una colaboración simultánea de la Toei, la productora que animaba la serie, que animaría personajes para dos obras distintas. Así nacerían Shin Botoden y Ultimate Battle 22, que compartían protagonistas y animaciones, pero contaban con mecánicas radicalmente distintas entre sí.

videojuegos de DB
El único interés de Final Bout radicaba en ver a Goku en su cuarto nivel de fuerza. Ni eso lo salvaba

El de Saturn, aunque pudo apostar por mantener la fórmula de éxito de los primeros episodios de Super Nintendo, decidió experimentar con los escenarios y quedarse en un ejercicio regular; En PSX quedó un juego lento, aburrido y nada atractivo, seas aficionado a la serie o no.

Ambos contaban con 27 personajes, entre ellos Goku niño; la primera aparición de Gogeta en un videojuego o el mismísimo Mutenroshi. Pocos meses después tomaría el relevo Final Bout: supuso el debut de los protagonistas en el mundo poligonal y pondría en pantalla a personajes de Dragon Ball Z y GT, que recién acaba en las televisiones japonesas su primera temporada.

Tras la que sigue siendo a día de hoy la mejor presentación jamás vista y oída de un software basado en el popular anime, toda la fantasía acababa tras presionar START. Una decepción técnica y jugable que acabó cogiendo polvo en las estanterías de medio mundo.

A partir de entonces hubo un prolongado silencio hasta que la serie fue reestrenada en Estados Unidos y cristalizó en éxito, situación que llevó a la antigua Infogrames a hacerse con los derechos. Delegaría en Dimps para que desarrollase el primer episodio del despertar de Dragon Ball a los mandos de una consola con una nueva batalla: Budokai.

Dos trilogías para la historia: Budokai y Tenkaichi

Seguidores catalanes cambiaron el doblaje del juego original por las voces del doblaje de TV3

Budokai acabó siendo una trilogía de éxito y contó con momentos memorables. El primer capítulo puso los cimientos y explicó de una forma nunca vista la historia de las viñetas en forma de videojuego; el segundo mejoró la lucha pero empeoró en mucho la experiencia en solitario, con un insulso juego de tablero que aburrió a propios y extraños; El tercero es leyenda. Juntó a los protagonistas y villanos más importantes en un ejercicio envidiable y puso sobre la mesa suficientes motivos para ser un juego a tener en cuenta si querías desarrollar algo basado en anime japonés. Un multijugador estupendo, una aventura en solitario larga y profunda, y prácticamente todos los personajes merecedores de estar en un juego de Goku. Bandai Namco estrenó en 2012 para Xbox 360 y PlayStation 3 una revisión en alta definición.

La última gran trilogía también sacó partido a la circuitería de PlayStation 2 y Wii: conocida en Japón como Dragon Ball Z Sparking, en Occidente se bautizó como Budokai Tenkaichi, e intentó llevar a los mandos la acción desenfrenada de un combate tridimensional de la serie: libertad de movimiento por un gigantesco escenario, fijación lógica por una batalla con bolas de energía y un entorno dispuesto a sucumbir a una batalla de incalculable poder. Acabó resultando un éxito. La firmó Spike, desarrolladores de muchas de las últimas producciones lanzadas al mercado, y a pesar del corto lapso de tiempo entre una y otra franquicia, ofreció algo muy diferente a lo visto en Budokai.

Tenkaichi se acabó convirtiendo en uno de los juegos más queridos y recordados por los fans, que a pesar de contar con los mismos autores en la actualidad, no han visto en PlayStation 3 y Xbox 360 ningún episodio que esté a su altura.

Videojuegos de dragon ball
Los últimos juegos disponían de personajes de lo más variopinto, remontándose, incluso, a los primeros episodios de la serie

Mientras en consolas portátiles se ha contado con episodios dignos de mención, las máquinas domésticas han estrenado cinco juegos que no han estado a la altura del mito.

Ya sabéis que toca hacer: hay que reunir las siete bolas de dragón y desear que en Japón alguien les ilumine para desarrollar un título a la altura de la tecnología de las máquinas de nueva generación que se dispone actualmente… y evitar que no aparezca un cerdo de improviso y pida unas bragas, y nos arruine el negocio, claro.