L.A.Noire

L.A. NOIRE L.A. Noire, la última gran superproducción de Rockstar (GTA y Red Dead Redemption), es al videojuego lo que El Sueño Eterno es a la novela o el El Halcón Maltés al cine. Una obra maestra que inaugura un género, el videojuego negro, y que ofrece un segundo aire a la aventura gráfica tras unos años de decadencia, salvo la honrosa excepción de Heavy Rain.

Si los millones de fans de GTA esperaban una traslación del juego a la época de la postguerra se van a llevar una pequeña decepción, porque Rockstar no ha apostado por un sandbox, sino por una aventura gráfica con grandes dosis de libertad y de acción: tiroteos, peleas, persecuciones… Eso sí, la nueva apuesta ha sido ganadora: los siete años que lleva en desarrollo este proyecto han servido para pulir al máximo el juego.

El usuario se mete en la piel de Cole Phelps, un veterano de la Segunda Guerra Mundial que ingresa en el cuerpo de policía de Los Ángeles. Gracias a su habilidad para resolver crímenes irá ascendiendo en el departamento hasta tener acceso a los casos más complejos. Si por algo destaca L.A. Noire es por su excelente guión, con inesperados giros argumentales y una gran complejidad a la hora de intercalar personajes y situaciones. Todos los detalles están cuidados con gran mimo, la ambientación es perfecta: vestuario, tiendas, coches, objetos, armas, música… han sido recreados con una absoluta fidelidad. Este gusto por la perfección se ha trasladado también al diseño de la ciudad.

L.A. Noire – El videojuego negro

Para avanzar en la historia habrá que ir resolviendo los casos que se le presentan Cole, un total de veintiuno. En primer lugar habrá que visitar el lugar del crimen, investigar el escenario, recoger pruebas, buscar pistas e interrogar a testigos y sospechosos. Aquí es donde aparece una de las grandes aportaciones del juego, gracias a un innovador sistema de expresión facial, Cole deberá descubrir si el interrogado miente y aportar las pruebas que contradigan su testimonio. Los interrogatorios serán duros y están llenos de trampas, un error puede mandar a un inocente a la cárcel.

Todo ello está aderezado con los ingredientes típicos de la novela negra: policías corruptos, gansters, mujeres fatales, tugurios, alcohol, tabaco, violencia… Hay un montón de homenajes a películas y novelas del género negro y no falta ni uno de sus grandes estereotipos.

L.A. Noire es una aventura larga, para adultos y que debe ser saboreada con toda intensidad. Cada escena es una obra de arte, la contextualización de las situaciones es sublime y las largas secuencias cinemáticas están a la altura de las mejores películas del cine negro.