Mientras que para algunos Final Fantasy VII es el mejor juego de la historia en lo que a RPG japoneses se refiere, para otros no es más que un título sobrevalorado. Sin embargo, ya casi han pasado 20 años desde que este título fue lanzando para la consola Playstation de SONY y aún a día de hoy sigue levantado pasiones entre los fans del género.
Cambio en cambio hasta que al final salió
En un principio este juego iba a seguir la línea de sus predecesores y ser lanzando para la consola Super Nintendo de la gran N, no obstante, la capacidad de la consola se quedaba corta, por lo que optaron por lanzarlo para su nueva consola: la Nintendo 64.
No obstante, la capacidad de los cartuchos del a consola era insuficiente para poder hacer frente al espacio que ocupaba el juego, por lo que al final se decidió por optar por su gran rival en ese momento: la playstation de SONY que permitía utilizar CD´s.
De este modo, Final Fantasy abandonó finalmente Nintendo para llegar a Playstation, consola para la que aparecerían posteriormente los títulos más importantes de la saga al final de los 90.
Una historia única que enamoró a muchos fans
Si hay algo que había caracterizado siempre a los primeros seis Final Fantasy es que estos mezclaban la hisotria del mundo medieval con un toque un poco futurista, como el hecho de que pudieran utilizar barcos voladores para viajar por el mapa mundi.
No obstante, con este nuevo título se quería llegar a otra clase de público, sobre todo porque sería la primera vez que uno de estos títulos llegaría a Europa. Así pues, se optó por crear un juego basado en una sociedad un poco más moderna, pero sin dejar de lado las grandes diferencias que hay con la realidad que siempre han caracterizado a estos juegos.
Es así como tomamos el control de Cloud, un Ex-miembro de Soldado de la corporación Shinra que se ha convertido en un mercenario para el grupo Avalancha que está luchando por salvar a la ciudad de Midgar del control de dicha corporación, para lo cuál tendrán que destruir los reactores de Mako para evitar que acaben por destruir por completo el planeta.
Una historia sencilla al principio pero que poco a poco va evolucionando a una mucho más oscura en la que los personajes que controlamos van a tener que utilizar todas sus habilidades para poder salvar al planeta de una amenaza todavía mucho peor.
Evolucionando el sistema de batalla
Las anteriores entregas de la saga cambiaban un poco el sistema de juego, pero la verdad es que tenía muchas similitudes. Final Fantasy VII evolucionó por completo el clásico sistema de batalla por turnos que se conocía hasta ese momento.
Como en todos sus predecesores, en esta séptima entrega los personajes también podían utilizar magia, pero la compañía decidió tomar un diferente camino para poder llegar a utilizar dicha magia. Es así como nació la idea de las materias que nos permitían utilizar los elementos, mejorar las habilidades de los personajes, invocar a las ya clásicas invocaciones como Bahamut, Shiva o Titan, así como poder obtener ciertas habilidades especiales que permitían conocer la vida de los enemigos, robar sus objetos o manipularlos a nuestro antojo.
Para poder utilizar dichas materias, había que utilizar las ranuras que habían en las armas y armaduras de nuestros personajes. Cada arma tenía sus propias ranuras y había que encontrar la forma de combinarlas de la mejor forma posible para que cada personaje contase con las mejores habilidades a la hora de comenzar el combate. Según nuestros personajes subían de nivel tras cada combate también lo hacían las materias, las cuáles podían volverse más potentes al subir de nivel y obtener magias mucho más poderosas. Una vez alcanzaban el nivel maestro, estas materias volvían a dar una nueva materia para volver a comenzar a subirlas de nivel.
Sin lugar a dudas lo que más recordarán los fans del sistema de materias era el como había que irlas buscando por todo el mundo de Final Fantasy VII, ya que algunas solo se encontraban en cierto lugar o se podían adquirir en una tienda de una ciudad determinada.
El clásico sistema de magias no fue lo único que evolucionó, pues también lo hizo el que los personajes contasen con una técnica única conocida como «Límite». El límite podía utilizarse una vez que se había llenado la barra «límite», y se podía utilizar un poderoso ataque en lugar del clásico comando atacar. Cada personaje contaba con un límite único, y según se van utilizando estas técnicas se podían adquirir técnicas aún más poderosas, hasta un total de 7 límites repartidos en 4 niveles.
Había límites que podían hacer mucho daño, como el Bravura de Cloud, otros podían causar diferentes efectos en los monstruos como los dados de Caith Sith o el Sello maldito de Aeris que podía paralizar a los enemigos y otros ataques fuertes dependían de suerte como el límite de Tifa, que iba desbloqueando una ranura según íbamos consiguiendo un nuevo límite. Pero si se conseguían los más poderosos, se podía causar mucho daño a los enemigos.
Los fallos de traducción, muy recordado por los fans
Si uno se pone a mirar los juegos de la época, no va a encontrar ninguno tan mal traducido como fue la versión Europea de Final Fantasy VII. La traducción española se basó en la inglesa para poder traducir el guión en lugar de hacerlo con la japonesa, y ello supuso que se diera lugar a grandes fallos en los diálogos.
Palabras que no estaban completas, frases que no tenían ningún sentido como «Su fiesta le espera en la habitación…», o momentos en los que aparecían una serie de símbolos intendibles en el cuadro de diálogo. A pesar del paso de los años, esta traducción no se ha corregido, pero a pesar de todos ellos hay quien la recuerda con especial cariño.
Los minijuegos, algo muy especial y apreciado
En un determinado punto del juego llegábamos a un parque de atracciones en el que en ese momento no podemos disfrutar del todo de sus minijuegos, pero según evoluciona la historia, al volver, si que se puede disfrutar de muchos de ellos.
Algunos de estos minijuegos aparecen a lo largo del juego, y hay que superarlos para continuar con la historia, y luego son desbloqueados en el parque de atracciones para que los podamos jugar tantas veces como queramos.
Uno de los más recordados por los fans es sin lugar a dudas la carrera de Chocobos. En un principio solo podemos correr para poder salir de los restos de Corel del Norte, pero más avanzada la historia podemos criar a nuestros nuevos chocobos y montarlos para que compitan en las carreras de Chocobos del Gold Saucer.
Esto era algo vital para aquellos que quisieran conseguir las materias más fuertes, así como algunos objetos importantes, como los últimos límites de los personajes. Por ejemplo, para obtener el último límite de Cloud hay que obtener los puntos suficientes en la Arena de batalla del Gold Saucer y luego comprarla, sino, no había otra forma de conseguirlo.
Evolucionando la crianza de los Chocobos
Los Chocobos siempre han estado muy ligados al universo Final Fantasy, pero en esta ocasión Squaresoft quería que fuera algo diferente para que la gente pudiera disfrutar mucho más al interactuar con ellos.
Como en anteriores entregas, podemos montar en un Chocobo, pero solo en unas partes determinadas del juego nos obliga a hacerlo para poder superar un obstáculo. No obstante, cuando el juego ya está bastante avanzado, podemos hacernos con varios establos para poder criar a nuestros propios Chocobos.
La mecánica era muy sencilla, había que capturar Chocobos de alta calidad, y sobre todo que fueran del sexo opuesto, para así poder conseguir Chocobos aún más especiales, como el azul que podía cruzar ríos, el verde que podía pasar bosques, el negro que podía atravesar montañas y, el mejor de todos, el dorado, que podía hasta caminar por encima del mar.
Pero no era una tarea sencilla, ya que aparte de tener que capturar a los Chocobos indicados también había que ayudarlos a subir de nivel en las Carreras Chocobo ganándolas y luego darles una nuez especial que permitiera que se apareasen y nos dieran el Chocobo que necesitásemos. Un pequeño juego que solo los más pacientes eran capaces de completa.
Y años más tarde… la película
El juego fue muy completo, pero la gente quería más sobre Final Fantasy VII, ya que se había convertido en todo un icono de las entregas de la saga. Sin embargo, la compañía se centraba en lanzar más entregas de la saga y de otros títulos, por lo que los fans no estaban nada contentos.
Sin embargo, en 2005 llegó una sorpresa para todo el mundo: la película de Final Fantasy VII: Advent Children. La continuación oficial de la saga que contaba los sucesos acontecidos dos años después, en la que los personajes del juego tenían que hacer frente a un nuevo enemigo que estaban intentado traer de vuelta a Sephirot.
La película fue muy bien acogida por los fans, pero no fue hasta 2009 cuando, con el lanzamiento de la película en BD, se pudo disfrutar por completo de ella, ya que se incluyeron todas las escenas habían sido eliminadas y que dejaban bastantes huecos en la película.
Pero no solo fue la película lo que llegó, sino que además con esta venía una OVA, titulada Final Fantasy VII: Last order, especial de anime en la que se narraba la huida de Zack junto con Cloud hacía la ciudad de Midgar en la que, por primera vez, podían verse a más miembros de los Turcos aparte de los ya conocidos con anterioridad en el juego.
Y después, llegó un nuevo juego
El éxito que tuvo la película en todo el mundo dejó bien claro a la compañía, ya bien conocida como Square-Enix, que el universo de Final Fantasy VII estaba muy vivo dentro del corazón de los fans, así que quisieron aprovecharlo.
En 2006 se lanzó para la consola Playstation 2 Final Fantasy VII: Dirge of cerberus, videojuego que narraba sucesos acontecideos tres años después del juego original y que fue protagonizado por Vincent Valentine, uno de los personajes más queridos del título.
Vincent, junto con la ayuda de Reeve (quien controlaba al robot Caith Sith en el juego original) va a luchar contra Deep Ground Army, quien tiene la intención de resucitar al arma omega. Un juego que sustituyó el sistema de batalla por turnos por un juego de acción en tercera persona combinado con la posibilidad de disparar a los enemigos con las pistolas y escopetas de Vincent.
Este juego sirvió en gran parte para poder explicar la historia de Vincent, la cuál se dejó casi en blanco a lo largo del juego, así como dar a conocer bastantes detalles más sobre sucesos que suceden en el juego original, como la relación de Vincent con Lucrecia, como fue el nacimiento de Sephirot o como Vincent se transformó posteriormente en esa criatura capaz de transformarse en diferentes criaturas al activar su límite.
Y aunque el monográfico de hoy esté dedicado a la séptima entrega, no hay que olvidar que la saga Final Fantasy ha seguido adelante y ya estamos en la entrega quince. Pero los primeros capítulos siguen siendo muy queridos y tienen una legión muy fiel de seguidores. Como podemos comprobar entrando en cualquier tienda de videojuegos como por ejemplo final fantasy cdkey y ver que los capítulos cinco y seis se venden normalmente junto al quince.
Zack protagonizó la precuela de la saga
Los fans no tuvieron suficiente con el juego Dirge of Cerberus, y a Square-Enix le pareció que tampoco era suficiente, así que trabajó en el que sería uno de los juegos más apreciados por los fans; Final Fantasy VII: Crisis Core, videojuego que estuvo protagonizado por Zack Fair, personaje clave en la historia del juego original pero del que se sabía muy poco.
En este juego tomamos el control de un Zack novato que sueña con ser un soldado de 1ª clase. La historia transcurre 7 años antes de lo que se cuenta en el juego original, aunque posteriormente la entrelaza muy bien. Igual que el juego protagonizado por Vincent Valentine, se sustituyó el combate por turnos por un sistema de juego de acción en tercera persona pero que no dejaba de lado el clásico modo de los RPG.
El juego nos narra sucesos muy interesantes como el romance que hubo entre Aeris y Zack, la relación de este con Cloud y Sephirot y, lo más importante, los sucesos acontecidos en Nibelheim y como tras esto huyó con Cloud para ir a Midgar, dando paso a lo que sería el inicio de la historia de Final Fantasy VII.
Pero la cosa no se quedó ahí…
Crisis Core tuvo la suerte de llegar a todo el mundo, sin embargo, hubo un juego para móviles que no lo hizo y que también guardaba una estrecha relación con la saga. Este fue Final Fantasy VII: Before crisis, un juego que fue lanzado en 2004 para el móvil DoComo y en 2007, aprovechando el tirón de Crisis Core, para móviles Softbank.
En este juego se tomaba el control de varios miembros del grupo los Turcos, mostrando así a varios personajes, aparte de los ya conocidos, que formaban parte de esta organización secreta que trabajaba para Shinra. El juego lanzado por episodios, contando con un total de 25 episodios.
Los personajes también aparecen en otros títulos
Está claro que Final Fantasy VII es todo un icono dentro de la saga, y por eso los personajes han aparecido en otros títulos de la compañía. El primero de ellos fue un juego de lucha original en el que dentro del elenco de personajes se encontraban Tifa, Sephirot, Cloud, Zack, Yuffie, Vincent y Django (personaje muy parecido a Red XIII).
Títulado Ergheiz, podíamos jugar con los personajes más famosos del juego junto con otros totalmente nuevos, cada uno con habilidades únicas. El juego incluía además algunos minijuegos, como el de correr por una playa para obtener una banderilla o jugar con un personaje original, adentrándonos en mazmorras para subir de nivel derrotando monstruos.
Ese no fue el único título donde aparecieron estos personajes, ya que Cloud también apareció en el famosísimo Chocobo Racing, videojuego en el que se podía desbloquear al personaje, así como a la famosa aeronave Viento Fuerte, para competir en las carreras.
Con la llegada del famoso Kingdom Hearts, la compañía tenía claro que los personajes de este título eran muy queridos, así que, junto con otros personajes de la franquicia, la mayoría de los personajes aparecen en los diferentes títulos de esta franquicia, con Cid vendiendo en una tienda, Cloud como un lobo solitario, Yuffie, Aeris y Tifa como personajes de apoyo y Sefirot como uno de los enemigos más díficiles del juego.
Pero no se quedó ahí la cosa, ya que para PSP la compañía japonesa lanzó Dissidia: Final Fantasy, con motivo del 20º aniversario de la saga, en el que los protagonistas de cada entrega junto con los principales villanos mantenían una batalla en la que el bien debía prevalecer sobre el mal para salvar el mundo. Un juego de lucha de 1 VS 1 en el que podíamos mover al personaje por un extenso escenario y combinar diferentes combos para hacer mucho daño a nuestro rival.
El juego fue todo un éxito, y tres años después la compañía lanzó una secuela para la portátil títulado Dissidia 012: Final Fantasy en la que se incluyeron nuevos personajes jugables para hacer la historia un poco más completa. En 2015 se anunció oficialmente un juego más moderno y renovado para las recreativas arcade de Japón y se espera que muy pronto el título sea lanzado para PS4.
Y por fin, llegó el remake
Tras años suplicando, los fans por fin se han llevado la sorpresa de que la compañía lanzará un remake de Final Fantasy VII.
Tras mostrarse en un trailer un poco como será la renovación del juego, lo cierto es que aún quedan muchas dudas por resolver: ¿lanzarán el juego completo o por entregas? ¿respetarán el sistema de materias? ¿se podrá cambiar de personaje durante los combates que ahora pasarán a ser de acción?
Todavía son muchas las lagunas que hay con respecto a Final Fantasy VII remake, pero de seguro que muy pronto habrá noticias frescas sobre el juego.
Lo que si que está claro es que todavía nos queda mucho Final Fantasy VII del que poder disfrutar durante muchos años.