Durante la existencia de la humanidad siempre ha existido un monstruo, sí, el estado, el sistema social que como se plantea en la obra Dulce pájaro de juventud del escritor Tennessee Williams, formula la castración como la receta médica que el estado impone a la sociedad, para evitar que sigan su vocación, y más preciados anhelos que surgen en la juventud.
La juventud tiene anhelos, deseos, ilusiones, metas y sueños que quiere cumplir, pero al crecer el estado, los obliga a aterrizar, castrando esos sueños e ilusiones, para lograr una adaptación a lo impuesto social y económicamente al sistema, para lograr así, la aceptación dentro de este.
También se da la castración cuando se está más pendiente de las expectativas que tienen los otros de uno, que de los propios deseos, aunque ya estamos en el punto en que nadie se interesa por nadie, porque el tiempo y el mundo ha endurecido a la gente. Por lo que, el mostrar el interés en otros se llega a ver como un milagro dentro de la egoísta sociedad. Tal como lo afirma la Princesa cuando siente preocupación por Chance.
Dulce pájaro de juventud es la receta para vivir.
La adaptación es un engaño, un disfraz ante la sociedad, como ocurre con Chance y la princesa en la obra, Miss Alexandra del Lago, quienes dan nombres falsos, tratando de proteger su verdadera identidad, lo cual crea la necesidad en el ser humano de ser diferente de los otros, como lo expresa Chance “un deseo o una necesidad de ser diferente de los otros”, generando que no puedan soportar la rutina y mantener una disciplina.
Pero no todos logran esta adaptación y se levantan contra la castración, porque sienten que necesitan una liberación para sacar todo lo que tienen adentro reprimido, es como si les faltara el aire, al estar bajo los estándares sociales, porque así no es su naturaleza.
Por lo tanto, terminan buscando una forma para alejarse, olvidarlo todo, negarse a si mismos, reinventándose, o se acostumbran a la rutina, mas no todos logran olvidar su pasado, porque hay situaciones que marcan la vida, amarrando a la persona a lugares o personas, lo cual hace que no se pueda seguir adelante y evolucionar, cambiar, porque “cambiar es vivir” tal como le dice Chance a Miss Lucy.
Hay otros quienes emprenden la huida de lo que tienen que asumir, sus responsabilidades, escapan refugiándose en el deseo, en el amor, añorando el hermoso pasado, pero a veces también la huida conduce al fracaso, como testifica la Princesa cuando le dice a Chance “después del fracaso no sigue más que la huida”.