Castlevania Order of Ecclesia para Nintendo DS

Castlevania Order of Ecclesia DSCorría el año 1986 cuando Konami dio a luz una de las sagas más prolíficas que ha visto el mundo de los videojuegos. Rara ha sido la consola que no ha disfrutado de un Castlevania en su juegoteca, e incluso uno de ellos sigue siendo considerado como uno de los mejores juegos en 2D de la historia, me refiero, obviamente, a «Castlevania: Simphony of the Night«. Han pasado 11 años desde su lanzamiento y uno podría pensar que la historia del clan Belmont y su persecución del señor de las tinieblas ya no da más de sí, que ha pasado ya su culmen, incluso que Konami debería centrarse en inventar nuevas sagas; pero aquí estamos, a finales de 2008, con una nueva entrega (la tercera para Nintendo DS tras Portrait of Ruin y Dawn of Sorrow), y hay que examinar si es un nuevo acierto de la vetusta compañía nipona o es mejor que Drácula siga cogiendo polvo en su ataúd.

Para Drácula no pasan los años…

Normalmente iría desgranando los aspectos más notables de este juego y os daría un veredicto en base a él, pero no hay porque haceros esperar, Order of Ecclesia es un juego excelente en casi todos sus apartados y bien puede estar en el top 3 plataformero de la portátil. Y ahora, si no os habéis ido todavía podéis leer porqué. Konami ha cogido una fórmula que estaba llegando a un punto sin retorno, metiéndonos desde el principio en un castillo y haciéndonos dar numerosos rodeos en él para al ir consiguiendo los poderes necesarios e ir avanzando. Eso no pasa en esta ocasión, la exploración la iniciaremos en un monasterio donde encontramos a nuestra protagonista.

Sí, hay novedades incluso en este apartado, en este juego manejaremos a Shanoa, una chica que aspira a convertirse en la ejecutora de Drácula, para lo que practica para controlar unos sellos mágicos que, según su maestro, servirán para acabar con él de una vez por todas (como si no supiésemos que volverá tarde o temprano en una futura entrega…). Aquí surge el conflicto,ya que el segundo alumno, que desea lo mismo que nosotros, no acepta que le dejen fuera del plan de destrucción de Drácula, cosa que le fue prometida, así que roba los sellos y se da a la fuga. A partir de ahí se inicia una persecución que nos llevará a visitar multitud de escenarios diferentes, siempre buscando una pista o rastro que nos hagan dar con él, para recuperar los sellos que acabarán con el vampiro inmortal.

Shanoa no posee en su inventario el látigo que llevamos utilizando más de dos décadas para luchar con las fuerzas del mal, pero si una habilidad única, puede robar las habilidades de sus enemigos, los «glifos», que en nuestro poder tomarán forma de armas, como las tradicionales espadas, lanzas y martillos; además de poderosos conjuros que aprenderemos de los monstruos finales, como controlar elementos, pasar a través de las paredes o transformarnos en ciertos enemigos ganando sus habilidades especiales como murciélagos o felinos. Para obtenerlos bastará mantener presionado «arriba» en el pad y habrá que ser rápidos pues, en ocasiones, sólo aparecerán unos segundos.

Podríamos pensar que esto recuerda mucho a la forma de adquirir nuevos poderes en anteriores Castlevania, pero, como novedad, podemos equipar un poder en cada mano, alternando su uso mediante un par de botones, y lo mejor de todo, combinarlos, dando lugar a un ataque mucho más destructivo. Y habrá que saber combinarlos, porque ciertos enemigos requerirán un arma determinada para ser destruidos. Además, para más comodidad, podremos formar 3 combinaciones de armas y cambiarlas con rapidez sin tener que pausar el juego cada vez.

Castlevania Order of Ecclesia nos muestra que el genero definido por los primeros Castlevanias no esta muerto

Hablamos ahora del diseño de los escenarios, ya he comentado que lejos de lanzarnos a un gigantesco castillo como es norma habitual, por primera vez avanzaremos a través de niveles; como un bosque, un faro, un barco hundido o una vieja mansión, cada uno con una cantidad moderada de habitaciones, y una vez acabados nos darán acceso a la siguiente área. Podremos visitar de nuevo las zonas terminadas, ya sea para encontrar nuevos «glifos» o para completar una determinada sala para la que nos pueda hacer falta una habilidad que no teníamos en su momento. Y en un movimiento más propio de un juego de rol que de un plataformas nos veremos en la posibilidad de ayudar a recomponer un pueblo que ha sido privado de sus habitantes, y cuya compleción nos reportará buenas recompensas.

Castlevania Order of EcclesiaNuestro ex compañero de fatigas, en el monasterio, ha ido probando su poder con la gente de una pequeña población, que iremos encontrando petrificados en sellos durante nuestros viajes, y de paso, devolviendo a su pueblo. Una vez allí veremos que estamos liberando al herrero, al tendero o al vendedor de pociones, hasta un total de trece, unos más escondidos que otros, y estos nos demandarán que les llevemos ciertos objetos con los que actualizar nuestro inventario (normalmente soltados por nuestros enemigos al morir), puesto que si no lo hacemos no accederemos a las armaduras más poderosas o nos tendremos que conformar con curarnos en incrementos de cincuenta en vez de poder curarnos la vida al completo. Alarga la vida del juego, lo cual nunca es mal recibido, y para los que no gusten de desviaciones en la historia principal no es en absoluto necesario, el juego puede pasarse sin estas ayudas, aunque cueste más.

Y decimos esto puesto que los momentos más memorables del juego nos los darán los complicados jefes finales, monstruos que llenarán la pantalla y cercenarán sin piedad nuestra barra de vida hasta que divisemos sus patrones de ataque, y aún así su considerable cantidad de vida nos hará tener que aguantar bastante tiempo sus embestidas. Repetiremos bastantes veces algunos enfrentamientos, pero gracias a un buen posicionamiento de los puntos de guardado esto no supondrá una gran pérdida de tiempo de juego. Os puedo asegurar que algunos de ellos son espectaculares y los disfrutareis más que sufriréis. A los monstruos finales hay que añadir que el diseño de los enemigos, en general, es más que excelente, y si bien por un lado, vuelven los clásicos que llevamos años viendo, por otro hay bastantes novedades en el bestiario.

Todo esto combinado hace de Castlevania Order of Ecclesia un juego que rezuma personalidad; su diseño de niveles y su sistema de combate lo convierten un soplo de aire fresco para la franquicia, y si a eso le añadimos el contar con posiblemente la mejor banda sonora que la portátil haya albergado en sus cuatro años de historia, el paquete ya está completo, puesto que nos enfrentamos a una aventura de cerca de 15 horas, con el añadido de desbloquear un personaje para una segunda pasada. Para los que quieran un juego intenso, con retos que superar tienen aquí su mejor regalo de navidades.

Por juegos como este agradecemos que Drácula se resista a morir.