Bioshock 2 Rapture nos espera

Bioshock 2BioSchock fue, en su momento, el mejor juego de la nueva generación de consolas tanto en el fondo como en la forma. La ciudad sumergida de Rapture forma ya parte del imaginario de millones de usuarios que deambularon por sus olvidados pasillos descubriendo los oscuros secretos que la llevaron a la decadencia. A penas un par de años después llega una segunda parte que apuesta por el continuismo y que ofrece una perspectiva diferente de esta utopía submarina habitada por seres monstruosos.

El comienzo de la historia es impactante y presenta al usuario en el papel de un Big Daddy, la gran pesadilla del primer capítulo. Su objetivo es encontrar una misteriosa niña, Eleanor, que solicita su ayuda y que se encuentra oculta en algún lugar de la ciudad. A partir de hay se construye una historia que el usuario irá descubriendo a pequeñas pinceladas y que dará un nuevo enfoque a los horrores de Rapture. A diferencia de la primera parte, en esta ocasión se ha apostado por la acción directa por encima de la exploración y el rol, los combates serán ahora más intensos, frecuentes y violentos. El arsenal disponible es bastante amplio pero la elevada dificultad de algunos antagonistas obliga a echar mano de ayudas extras como plasmánidos, tónicos y mejoras genéticas.

Bioshock 2: excelente ambientación, buena historia, unos gráficos impresionantes

La estética de la ciudad, aunque no desconocida, vuelve a ser uno de los puntos fuertes del juego; ahora además se podrá viajar por su exterior en largos paseos submarinos. El apartado gráfico roza la excelencia tanto en el diseño de los personajes como en el de los niveles, cuyo grado de detalle es casi enfermizo.

Una de las pocas críticas del primer capítulo, el sistema de pirateo de los terminales y de las torretas defensivas, se ha mejorado mucho y ahora es más dinámico. Otra novedad es el sistema de exploración por escenarios estanco. Se acabó la libertad de ir de un lado a otro de la ciudad, ahora habrá que superar determinadas pruebas para acceder a nueva zona, pero la anterior ya no podrá volver a ser visitada. Esto que a priori es un hándicap, se compensa por la enorme extensión de los escenarios.

Si ya la historia principal posee el atractivo suficiente para que cualquier jugador adquiera el título, los diversos modos multijugador alargan considerablemente su vida, proporcionando una experiencia más amplia del universo Rapture. Sólo la falta de ‘originalidad’ le impide convertirse en una obra maestra porque por lo demás lo tiene todo: excelente ambientación, buena historia, unos gráficos impresionantes, jugabilidad cuidada al extremo…