Battlefield Bad Company 2

Battlefield Bad Company 2Con las mismas ganas que las de ver The Pacific, la serie de guerra de Canal+, acometemos la tarea de entregarnos a Battlefield 2, continuación del interesante primer capítulo de 2008. Porque el género bélico, con su exigente público adulto detrás, ha mejorado tanto en calidad que no es de extrañar encontrar auténticas obras de arte con las que sentirse señores de la guerra.

Sencillo menú de inicio: extras, un jugador, multijugador, opciones y tienda. Vamos a nueva campaña en el modo un jugador, nivel fácil, y encontramos el primer detalle irónico: «Recomendado para nuevos tiradores o alegres turistas». Estamos en otoño de 1944. Mar del Japón. Antes de la bomba atómica. Operación Aurora. Vamos en lancha con otros tres compañeros y las gotas de agua en la cámara ya nos avanzan un producto de la calidad esperada.

La manía de oscurecer los escenarios resta algo de eficacia al comienzo del juego, porque perderse es relativamente fácil y descorazonador, por mucho que algo de cierto tenga en operaciones especiales nocturnas. Pero hecha la luz, en la selva, la acción es incansable, con una cuesta bajada en jeep memorable camino del submarino con el que pretender escapar al arma negra, la baza de destrucción masiva japonesa. Y, sin darnos cuenta y sin que el juego avise (¿cómorrr?), ya estamos en el invierno ruso, en la guerra fría, con los soldados de pasamontañas que nos las harán pasar canutas. Pero así es la guerra. O matas o te matan, sólo que en videojuego revives y siempre tienes una segunda oportunidad..

Battlefield Bad Company 2 Mucho más que un FPS

Battlefield Bad Company 2 El modo multijugador, en un juego concebido para ello, le da el toque final de perfección a este Battlefield 2 para el recuerdo, sin demasiado que envidiar a la estrella del momento, el Call of Duty Modern Warfare 2. Y es que 13 misiones después, la sensación es de experiencia brutal, de adrenalina descargada por la cantidad de armas usadas y enemigos abatidos.

Algún detalle falla, como la torpeza de ciertos enemigos para no descubrir al comando (japos alelados en un puente, rusos sordos que no reparan en disparos previos de emboscadas…), y lo que más rabia da es que el espectacular comienzo en la selva contra japoneses no tenga continuidad en esos parámetros de show. Por lo tanto, de más a menos es uno de sus signos de identidad. Aún así, roza el sobresaliente.

 

Nota final: 9 (de 0 a 10)